El hacer talleres rotativos quincenales alterando días, horarios, profesores intervinientes y abriendo los espacios a la participación de otros miembros de la comunidad educativa nos posibilitaría seguir generando vínculos diversos entre varios miembros de la comunidad educativa desde un plano profesional y una propuesta más atractiva para los niños.
Dos muestras en el año convocarán a la comunidad educativa a observar las secuencias y producciones de los trabajos; una a mitad de año (tipo Feria de las Naciones) y otra a fin de año con la modalidad de una Kermese, con el objetivo de involucrar más el aspecto lúdico, articulando con el proyecto distrital que se relaciona con los juegos olímpicos.
También nos pareció valioso que cada grado esté representado por un alumno elegido por el grupo (delegado) con el objetivo de reunirnos con una frecuencia quincenal y escuchar las voces de los niños, evaluar posibles acciones, pensar en forma conjunta niños y adultos. A esta reunión se suma un representante docente de cada ciclo, un curricular y un personal de conducción, todos elegidos también en forma democrática.
Es nuestro deseo en el presente año lograr integrar a los distintos actores de nuestra comunidad desde el proceso y no sólo como espectadores de un producto evaluando durante la marcha y modificando acciones si hiciese falta.
La necesidad de generar espacios reflexivos de tarea conjunta y de difusión de la información se valora como otro aspecto importante a mejorar.
Ya en el mes de diciembre mediando una nueva Jornada de Formación Permanente se plantea como “disparador” la reflexión sobre qué Escuela queremos para el 2015. Para ello se trabaja con el texto de Dussel y Southwell “¿Qué es una buena Escuela?”. Las conclusiones a las que arribamos fueron las siguientes:
Una Buena Escuela debería ser democrática, con movimiento, con acción. Una Escuela de derechos, justa, basada en la igualdad. Participativa. Creativa. Árida de recursos. Contemplativa de las inteligencias múltiples. Inclusiva. Que fomente sentido de pertenencia, de identidad a través del diálogo fluido, del debate con principios y valores que la orienten y definan como institución. Con sentido de horizontalidad. Hacia ella intentaremos ir…
También junto a todas las Escuelas del Distrito nos sumaremos al Proyecto de Evaluación Institucional, espacios que generarán otra valiosa instancia de reflexión sobre la Escuela que tenemos y la Escuela que queremos.
Las conclusiones a las que arribamos fueron las siguientes:
Una Buena Escuela debería ser democrática, con movimiento, con acción. Una Escuela de derechos, justa, basada en la igualdad. Participativa. Creativa. Árida de recursos. Contemplativa de las inteligencias múltiples. Inclusiva. Que fomente sentido de pertenencia, de identidad a través del diálogo fluido, del debate con principios y valores que la orienten y definan como institución. Con sentido de horizontalidad. Hacia ella intentaremos ir…
También junto a todas las Escuelas del Distrito nos sumaremos al Proyecto de Evaluación Institucional, espacios que generarán otra valiosa instancia de reflexión sobre la Escuela que tenemos y la Escuela que queremos.
Una Buena Escuela debería ser democrática, con movimiento, con acción. Una Escuela de derechos, justa, basada en la igualdad. Participativa. Creativa. Árida de recursos. Contemplativa de las inteligencias múltiples. Inclusiva. Que fomente sentido de pertenencia, de identidad a través del diálogo fluido, del debate con principios y valores que la orienten y definan como institución. Con sentido de horizontalidad. Hacia ella intentaremos ir…
También junto a todas las Escuelas del Distrito nos sumaremos al Proyecto de Evaluación Institucional, espacios que generarán otra valiosa instancia de reflexión sobre la Escuela que tenemos y la Escuela que queremos.


















